Los cachorros. El código de Marco Polo

Basada en los personajes de la serie de televisión italiana que emite Clan TV (y de la que se han hecho varios libros), el film cuenta también con participación española. Como producto para la pequeña pantalla, se trataba de historias de calidad media para niños de 5 a 8 años. Sin embargo, en El código de Marco Polo han querido dar el salto al 3D para conseguir mayor espectacularidad. Con el mismo objetivo, parece que han aderezado el metraje con una acción muy ruidosa: los personajes declaman casi todas sus frases gritando y la música no deja casi un hueco vacío.

La apuesta cinematográfica de Los Cachorros no está mal como intento. No obstante, se sigue viendo heredera de una estética televisiva, que se nota en una producción que no ha rematado superficies y fondos como pide la gran pantalla. No se trata de dinero. No hay por qué igualar a Pixar. Pero hay otras opciones más que dignas en films de escaso presupuesto como Kerity, la casa de los cuentos o El ilusionista.

Por otra parte, el guión busca la complicidad del pequeño espectador con guiños como dirigirse directamente al público en la sala. Quizá podría haberse aprovechado más este filón, y las narrativa y musicalmente desaprovechadas canciones, y dejar de lado algunos efectos a lo Roger Rabbit menos didácticos. Además, las tramas se complican en exceso para el público casi prescolar al que se dirige, a la vez que multiplican los personajes; alguno de los cuales carecen de auténtica definición y función dramática. También se saca poco partido a la ciudad de Venecia en la que se ambienta, y que se pinta como un espacio siempre oscuro y sin habitantes.

Cine medio para el público que necesita más calidad.

Firma: Lourdes Domingo