Lucy

Análisis

El realizador francés Luc Besson, y su eficaz productora EuropaCorp, continúan con la costumbre de estrenar regularmente un film que combine acción, violencia, un poco de humor, algo estrambótico y supuestamente original y bohemio (para poner un sello que lo distancie del mundo hollywoodiense) y algún actor hollywoodiense (qué curioso) que dé prestancia y juego a los carteles publicitarios. Tras el De Niro de Malavita, el Paul Walker de Brick Mansions y el Kevin Costner de 3 días para morir, llegan la Johansson y el Freeman de esta Lucy que no solo produce sino que escribe y dirige el propio Luc Besson.

Quizá para subrayar esta autoría general, Besson ha introducido en esta sangrienta y desquiciada película una serie de reflexiones pseudofilosóficas dudosamente antropológicas y en absoluto científicas (por mucho fragmento de documental de La 2 que inserte aleatoriamente) como queriendo dar la impresión de que es un trabajo personal y serio.

Lucy, como es habitual en el cine de su director, se mueve con soltura entre la mafia internacional, las habitaciones de hotel, los garitos marginales y las peleas y tiroteos con gran aparato de sangre y destrozos, a los que se añade en este caso unos supuestamente fascinantes primeros planos de cirugía en vivo y manos introduciéndose a pelo en heridas sin cicatrizar. Pero el brote culto y profundo que parece haberle dado a Besson provoca que estas escenas, que indudablemente tienen su público, se vean frenadas en seco para mostrar a Morgan Freeman dando una larguísima y pesada conferencia con un nulo contenido científico y unos alegatos bioéticos que tienen poco de “bio” y prácticamente nada de “éticos”.

El guión, por tanto, avanza a trompicones, haciendo perder pronto el interés conforme se aumenta la violencia y se apuesta por el delirio futurista para caer en el absurdo de una ciencia-ficción nada original, aburrida y bastante patética (con lo doloroso que resulta ver al pobre Morgan Freeman intentando aguantar el tipo, pero como un pulpo en un garaje; y que se me perdone el uso de una expresión demasiado coloquial).

No resulta, además, innovador en ningún tipo, ya que rescata sin pudor recursos demasiado vistos, como el sangriento tiroteo a ritmo de música clásica (aunque hay que reconocer que el uso en este caso del Requiem de Mozart tiene un punto de acierto irónico mayor que cuando se utiliza ópera) o el fondo blanco total que popularizó ya en su momento el equipo de Matrix.

De todos modos, al final, el mayor delito que se le puede atribuir a Besson es el ofrecernos para el verano una película tan aburrida, aunque no deja de tener su mérito conseguir que sus escasos 89 minutos se hagan literalmente eternos.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Luc Besson

Guionistas: Luc Besson

Intérpretes: Choi Min-sik, Morgan Freeman, Scarlett Johansson

Género: -

País: Francia

Fecha estreno: 22/08/2014

Lenguaje: Coloquial

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Una estudiante americana que reside en Taiwan se ve envuelta en un asunto de tráfico de drogas. Para evitar que se vaya de la lengua, le obligarán a ser “mula” introduciéndole en el vientre, mediante cirugía, una nueva y peligrosa droga.

Tras una pelea, la bolsa se rompe y la sustancia se distribuye rápidamente por la corriente sanguínea de Lucy otorgándole unos poderes y capacidades casi infinitos, por lo que emprender su venganza será inmediato y letal.

Título original: Lucy

País: Francia

Duración: 89'

Fecha producción: 2014

Distribuidora: Universal Pictures

Color: Color

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