Mademoiselle C

Si Anna Wintour, la todopoderosa directora de Vogue América, se redimió con The September issue de su imagen de víbora proyectada en El diablo viste de Prada –siempre se ha rumoreado que Lauren Weisberger se inspiró en ella para trazar al personaje interpretado por Meryl Streep-, su ex homóloga francesa, Carine Roitfeld, ha querido emularla con Mademoiselle C.

El motivo de su particular lavado de cara podría ser su precipitada salida de Vogue París, tras la publicación de unas polémicas fotos de niñas vestidas y maquilladas como adultas. A pesar de la polvareda levantada, la cabecera de Condé Nast aseguró que Carine se había ido por razones personales y no por el cuestionado reportaje.

A Roitfeld siempre le ha gustado jugar con el escándalo y los límites de la moralidad. Ella misma lo confirma con sus propias palabras en el documental o con la temática de las sesiones de fotos para su nueva revista: cementerios, desnudos, o vampiros. No en vano es, junto al diseñador Tom Ford, una de las impulsoras del porno chic que inundó la publicidad de moda de principios de siglo; o de la estética rockera con ojos ahumados que ella encarna diariamente con su uniforme de trabajo.

Los entendidos en moda siempre han dicho que Wintour representa el universo fashion de un modo más cándido y colorista, mientras que Carine prefiere el lado oscuro y transgresor. También es un secreto a voces que entre ellas dos existe sólo la cordialidad propia de la buena educación. En Mademoiselle C, Wintour sale de refilón en un desfile, pero sin decir nada de Roitfedl.

Una de las debilidades del documental son los testimonios amigos de la talla de Karl Lagerfeld, Bruce Weber o Linda Evangelista que hablan maravillas de ella y, aunque lo digan desde el fondo del corazón, cansa un poco y resta credibilidad al documental. Sin embargo, el director Fabien Constant recorta distancias con la Roitfeld subida en sus tacones y enfundada en prendas de cuero, cuando muestra su lado más personal con sus hijos y sobre todo con su nieto recién nacido.

También es interesante ver cómo preparan el lanzamiento de la revista CR Fashion Book y las dificultades con las que se encuentran y que desmitifican la profesión: fotógrafos con exclusividad para la competencia, jornadas hasta altas horas de la mañana, presupuesto sobrepasado, una modelo que se desmaya, otra que no acaba de convencer para el reportaje o una sesión de fotos con ropa ligera y un frío helador.

No obstante, The September issue mostraba la elaboración del número de septiembre de Vogue de un modo más poliédrico y completo que el actual film; y no tan centrado en la figura de la directora sino en el trabajo en equipo. Por eso, el concepto de fondo es un poco distinto; el primero sirve más como material para conocer cómo se prepara una edición de una revista de moda, mientras que Mademoiselle C es más un retrato masaje de Roitfeld a consecuencia del lanzamiento de su revista, sumado a sus muchos compromisos sociales.

Los más adictos al papel couché encontrarán caras conocidas como Sarah Jessica Parker, Vanessa Paradis, Tom Ford o Karolina Kurkova, entre muchísimos otros; y escenarios como la presentación de las colecciones de Alta Costura en París, las Gala Amfar en el Festival de Cannes o la Gala del Met de Nueva York.

Nunca esta de más este documental para conocer los entresijos de la moda, si se tiene mínimamente interés en ella, y para acercarse a una figura controvertida, como Carine Roitfeld, que marca mucho en este mundo. A pesar de ello, The September issue es superior.

Firma: Montserrat Bros