Madre e hijo

Ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín con méritos sobrados, Madre e hijo vuelve a recordarnos las bondades del Nuevo Cine Rumano que llegó a principios de esta década prometiendo grandes producciones de bajo presupuesto y que cumple con increíble pulcritud en esta última película de Netzer.

No destaca sólo por la solidez del guión, con afilados diálogos y contundentes perfiles psicológicos; su puesta en escena minimalista y sin florituras, a ratos cámara en mano a ratos con planos muy cerrados, crea y recrea una situación que logra involucrar completamente al espectador hasta el punto de conseguir la claustrofóbica y angustiosa sensación de estar atrapado en un bucle del que difícilmente se puede salir.

El planteamiento doble, existencial por una parte y ético en su puerta más puerta trasera, ofrece el retrato de una relación tóxica madre-hijo y una denuncia sobre la corrupción que emerge en las élites de un país que está dando sus primeros pasos tras el comunismo.

Un film de excepcional calidad que brilla por su estructura y que convence a través de la prodigiosa interpretación de Luminita Gheorghiu.

Firma: Anna Puigarnau