Malditos vecinos

Malditos vecinos es la cuarta película como director de Nicholas Stoller, responsable en los últimos años de comedias como Paso de ti, Todo sobre mi desmadre o Eternamente comprometidos. Teniendo en cuenta estos referentes (que se enmarcan en ese estilo desinhibido asumido por el género en los últimos tiempos) y que la recurrente frase promocional “De los productores de…” se completa con títulos como Supersalidos o Juerga hasta el fin, al espectador no le queda otra que esperar de este título una nueva muestra de la inmadurez del humor cinematográfico.

Stoller y los debutantes guionistas Andrew J. Cohen y Brendan O’Brien encuentran en este entorno de fiestas universitarias, novatadas y matrimonios primerizos el escenario perfecto para desplegar un inagotable repertorio de humor grueso. Como siempre, el sexo, el alcohol o la escatología inundan la pantalla, en una película que prefiere ahogar en un mar de vulgaridad no solo aquellos destellos de gracia e ingenio que ofrece (como el episodio de la fiesta dedicada a Robert de Niro), sino las posibilidades de un reparto sorprendentemente solvente y divertido en estos momentos en que la cinta se aleja de la ordinariez más lamentable y, a veces, ofensiva.

Firma: Juan Xipell