Marea humana

Pese a no mostrar ningún rasgo especialmente distintivo, Ai Weiwei sí que ofrece su característica huella sencilla que engloba la película de principio a fin. Desde el grafismo, pasando por los sonidos y hasta los planos, no muestran nada más que lo fundamental para entender la alarma social que despiertan los refugiados. Las conversaciones son deshojadas, las tomas en ocasiones son muy líricas, las miradas se clavan mientras que Weiwei permite al espectador paciente adentrarse en el alma del problema.

Y es, precisamente, la temática de Marea humana la que mantendrá la atención de quien se interese por conocer detalles escalofriantes. Detalles reflejados en números… Grecia: 56.000 inmigrantes en una semana; entre 2015-2016 más de un millón de inmigrantes en el mismo país; hemos pasado de once países con vallas y muros a 70 en estos últimos años; 65.000 sirios atrapados cerca de las fronteras de Jordania…

Estos datos dejan que el público reflexione para que sean sus propios pensamientos los que le lleven a actuar. El director no busca el morbo ni tampoco que nos olvidemos que detrás de cada número hay un ser humano.

Firma: Carla Sciamma