Marina Abramovic: la artista está presente

El objetivo de este documental, ópera prima de Matthew Akers, parece querer acercar al gran público el arte de la Performance. Esta disciplina nacida en los 60, en la que el cuerpo es la única herramienta de expresión, ha muerto y resurgido varias veces durante las últimas décadas. Y la única artista que nunca ha abandonado el género es la sexagenaria Marina Abramovic.

Combativa, rebelde, carismática, libertaria y controvertida es el personaje ideal para construir un documental y Akers lo explota estupendamente. Conmueve el relato de algunos momentos de su vida, su larga trayectoria hasta conseguir el estatus de artista y el ingente trabajo de preparación que le supuso la Performance del Moma. Y sí, Akers consigue amigarnos con esta disciplina artística por los senderos humanos de la emoción, pero olvida que tras toda obra hay un legado intelectual del que prácticamente no se habla, quizás por no aburrir al gran público con profundidades que lo puedan ahuyentar.

Las primeras piezas documentadas de Abramovic muestran impactos físicos de cuerpos desnudos, autoflagelaciones y otras formas de expresión bastante violentas que Akers ha montado de forma impecable con las imágenes del MOMA. Seguramente llegue a ser un film de culto para los amantes del arte, pero para los del séptimo nos ha faltado chicha. Premio del Público al Mejor Documental Festival de Berlín 2012.

Firma: Anna Puigarnau