Megamind

La industria de la animación propone esta vez al espectador una historia de héroes, superhéroes, villanos y supervillanos desde una nueva perspectiva: la del villano a su pesar. El film posee cierta retirada a Gru, mi villano favorito, al destacar el mismo punto de vista y otorgar el papel protagonista al malvado personaje en vez de al héroe. En el caso que nos ocupa, las circunstancias que rodean a Megamind lo llevan a perpetrar el mal como si el irremediable destino le abocara a formar parte de este todo integrado por el bien y el mal. Para Megamind es imprescindible la existencia del mal para que acudan en defensa de la paz las fuerzas del bien.

Bajo esta perspectiva, el protagonista mantiene una relación de respeto mutuo y deportividad en las batallas que entabla con su antagonista, Metro Man, a pesar que de casi siempre sale escaldado en sus “encuentros”. Por fin, y bajo la sorpresa de todos, Megamind consigue que uno de sus ingeniosos planes no fracase y la desaparición del héroe le permite tomar las riendas de la ciudad. Sin embargo, Megamind no es un super villano. Es, como mucho, un villano que necesita al héroe para subsistir. Sin Metro Man, la vida de Megamind deja de tener un objetivo claro y un rumbo fijo.

La aparición de Roxane en la historia del villano le abre nuevos horizontes y le enseña que sus potenciales como antagonista pueden servir para algo más que para alimentar su vanidad y su torturada personalidad. Megamind se sumerge en la batalla personal de lidiar con su “yo” imaginario y su “yo” real. Debe llegar a conocer sus virtudes y, sobre todo, las bondades del prójimo poniendo, una vez ha llegado al final de este viaje, sus cualidades al servicio del bien común. Roxane es una mujer fuerte y decidida, poco impresionable por los super poderes y segura de sí misma que rechaza las apariencias de un hombre y busca su sustancia, un personaje findamental para la historia.

Pero, el viaje de este villano no sería posible sin la intervención de Esbirro, su fiel compañero. Un pez con cuerpo de gigante que simboliza la lealtad, la amistad y la capacidad de abnegación por alguien a quien se le ha confiado su vida. También Hall, el reportero venido por casualidad a supervillano, forma parte del tortuoso camino que debe recorrer Megamind para encontrarse con el verdadero lugar que debe ocupar en el universo.

La película es, en definitiva, una historia de redención envuelta en drama, romance, acción y comedia. El sentido del humor hacen de Megamind una cinta ligera que puede verse para pasar un buen rato y, además, puede servir para profundizar sobre temas como el honor, la propia identidad, el destino, el bien común, la bondad y un largo etcétera.

En el orden puramente técnico y narrativo se debe reconocer en este film una espléndida caracterización de sus personajes que facilitan la narrativa visual, tan importante en este género animado. Cada una de las figuras protagonistas definen con su cuerpo, su vestuario y sus movimientos la personalidad que le han otorgado los guionistas y, de esta forma, la fusión entre el personaje animado y su “alma” entran en perfecta armonía convenciendo al espectador y convirtiéndose en seres cercanos y entrañables.

Por otro lado, resalta un trabajo impecable de planificación y recreación de escenarios con infinidad de detalles imperceptibles por su cantidad y la velocidad de la historia. Megamind es una de estas cintas que vale la pena ver con calma y un mando a distancia en la mano para disfrutar de la riqueza de algunas recreaciones. Destaca como ejemplo el botín robado que descansa en el despacho del alcalde y que se muestra en una escena de apenas unos segundos: además de montones de billetes y lingotes de oro incluye, entre otras muchas cosas: El Arca de la Alianza, la Mona Lisa, el trineo “Rosebud”, el Halcón Maltés, un videojuego de “Face Melter”, un Ferrari rojo, una bicicleta de diez marchas, un autorretrato de Rembrandt y un manuscrito original de la Constitución Norteamericana.

Esta propuesta de DreamWork viene a constatar que el género de la animación en 3D todavía tiene un largo recorrido por delante y sólidas historias que contar. Megamind es una propuesta familiar que huye de la parodia y del chiste fácil. Es, en definitiva la suma de un universo de imaginación e incontables horas de investigación y trabajo artístico con una sola finalidad: llegar al gran público y ofrecerle unos minutos de diversión llenos de calidad.

Firma: Mar Pons

Extras DVD:

• Idiomas: Inglés, Castellano
• Subtítulos: Inglés, Castellano
• Ponte detrás de las cámaras con el reparto y el equipo técnico