Mi panadería en Brooklyn

Gustavo Ron se ha lanzado a una nueva producción en suelo internacional. Con el mismo halo romántico y juguetón que caracterizaba a sus dos largometrajes anteriores (Mia Sarah, Vivir para siempre), nos cuenta una historia ambientada en el conocido barrio de Nueva York.

Aunque se trata de un trabajo de guion menos solvente que en los films citados, Ron pone el plato principal en la dirección y apuesta por sofisticar aún más la ambientación (uno de sus grandes fuertes), además de caricaturizar también más a algunos de sus personajes.

Como siempre, se nota que este guionista y director madrileño bebe de ese tono amable que desprende el cine clásico, mientras busca enmarcar sus historias en espacios pequeños con encanto que subrayen ese mismo tono cordial del argumento. En Mi panadería en Brooklyn lo consigue, y se perciben las buenas intenciones, aunque no siempre los gags o los esfuerzos cómicos llegan a buen puerto.

En definitiva, se trata de un film que ofrece al público joven y adolescente (al que seguramente gustará más esta apuesta) un relato fácil de digerir, de horneado clásico y menos pegado a las modas fast-food supuestamente épicas o románticas que llegan de Hollywood. Aquí no hay sorpresas, el producto culinariamente se cocina más lento, pero deja un sabor más compensado.

Firma: Lourdes Domingo