Mi vida ahora

Basada en la novela de Meg Rosoff, Kevin Macdonald asume un proyecto que no encaja mucho con su anterior trayectoria, no solo la documental, sino la de ficción. El último rey de Escocia, La sombra del poder o Marley distan mucho de este film de amor adolescente en tiempos de guerra.

Su problema principal reside básicamente en el guión y sus personajes, tratados con las mismas cremas y maquillajes dramáticos que los de la reciente tradición de acaramelados/energéticos relatos para adolescentes, nacidos en papel y transportados a la pantalla: Crepúsculo, The Host, Los juegos del hambre o Divergente, entre otros. Sin duda, es una lástima porque la presentación de los salvajes primos, en especial un Tom Holland y una Harley Bird más naturales que nadie, en su entorno de Hansel y Gretel, es lo más sólida del metraje.

Después, Jeremy Brock (bastante presente en los films del director escocés) y sus acompañantes en el guión abandonan ese tono y abogan (como la novela) por el onírico mezclado con el realismo salvaje de la guerra, y por una de esas historias de amor eterno fraguadas en un par de días con granero incluido. Kevin Macdonald también sucumbe y ofrece varios momentos publicitarios en la campiña, que producen más desilusión que otra cosa.

La cuestión es que, en medio de todo esto, la película no logra emocionar ni atrapar, pues dos más dos no son cuatro en el cine. Yuxtaponer imágenes y frases explícita y directamente dramáticas no da como resultado conmoción.

Firma: Lourdes Domingo