Michelle y Obama

Richard Tanne hace su debut como director al firmar este filme. En los años anteriores ha sido actor y productor de algunas películas menores. Para llevar a cabo su primer largometraje, el autor ha realizado un minucioso trabajo de investigación sobre la personalidad de la pareja protagonista.

Michelle (Tika Sumpter) es auxiliar en una firma de abogados, y además es la tutora del pasante que viene de Harvard, Barack Obama (Parker Sawyers). Con su labia, el joven convence a la chica para asistir a una reunión de una comunidad de un barrio marginal de la ciudad que él conoce.

Desde el principio queda clara la intención de Barack: enamorarla. A través de diálogos ingeniosos, conversaciones superficiales, otras más trascendentes y algunas discrepancias, la pareja va congeniando. La interpretación de Sumpter puede parecer menos creíble al comienzo, pero coge forma y marca una personalidad clara durante la historia. Parker Sawyers es una auténtica revelación. Coge el tono de Obama muy rápido, y deja entrever el don de discursos del futuro presidente.

El filme está ambientado en el Chicago de finales de los 80. Tanne se sirve de algunos detalles para mostrarlo: la canción Miss you much de Janet Jackson o el estreno de la película Haz lo que debas de Spike Lee, además de la ambientación, los coches y la moda.

En definitiva, es una historia de amor entre dos veinteañeros, algo dulzona que cae en tópicos como el excesivo uso de la música que apela fácilmente a la emoción. Seguiría siendo bonita y agradable de ver incluso si no se tratara de dos personajes que más tarde serían el presidente de los Estados Unidos y la Primera Dama.

Firma: Elena Mira