Mientras seamos jóvenes

Noah Baumbach está consiguiendo algo muy difícil hoy en día: dirigir películas del tipo cine independiente americano con elevado presupuesto. Lograr esto se debe principalmente a su innegable talento detrás de la cámara.

Al director se le ha relacionado, razonablemente, con Woody Allen, sobretodo por su penúltimo film, Frances Ha. Baumbach trabaja a partir de improvisación en la puesta en escena y en los diálogos, haciendo hincapié en la interpretación de los actores, retratando de un modo fresco la realidad de la época. Se adentra en la dialéctica realidad-ficción y verdadero-verídico, mientras la propia película aborda el mundo del documental y actúa como tal, como si fuera una crónica del paso a la mediana edad.

Mientras seamos jóvenes recoge mucho de la anterior apuesta del director, estrenada en 2012: tiene una trama similar y un contexto en el mundo hipster. No obstante, en esta ocasión, se acomete con un tono más cómico y sacrifica escenas más profundas por otras más cotidianas y típicas de la gran pantalla, de algún modo es una versión de Frances Ha para un público más amplio.

Firma: Javier de la Llave