Morning glory

A partir de un guión original de Alien Brosh McKenna (autora de comedias convencionales como 27 vestidos o Hasta que la ley nos separe, y la exitosa El diablo se viste de Prada) la película intenta parodiar ligeramente algunas tendencias de la información y el entretenimiento televisivo actuales y sus bambalinas. Intenta porque hay caricatura, pero ésta no pasa del efecto cómico, y porque no entra en un terreno más crítico, como sí lo hacía la película inspirada en la directora de la revista Vogue. Por ejemplo, la idea de que el fin no justifica los medios se trivializa, y así las esperpénticas secciones del programa son aceptadas si mantienen la plantilla en cuadro.

Roger Michell, director de Notting Hill y Al límite de la verdad, consigue un buen ritmo y momentos divertidos. La comedia convive con cierto drama verosímil, pero gana más terreno el formato comercial en la imagen publicitaria, y muy musicada, de la ciudad, los espacios y el estilo de vida. En este terreno, Morning glory se mantiene a flote, curiosamente, por el peso específico de Diane Keaton y Harrison Ford, que prestan sus caras al servicio de las muecas. Lo excesivo es parte del guión, como la hiperventilada Rachel McAdams, que aguanta el tipo a pesar de que la han revolucionado demasiado.

Firma: Lourdes Domingo