Oda a mi padre

Oda a mi padre es una de las películas más vistas de todos los tiempos en su tierra natal, Corea del Sur. Concretamente, más de 14 millones de espectadores acudieron al cine.

Contemplamos la conmovedora historia de un hombre sencillo que, con entereza y voluntad, lucha por cumplir la promesa que le hizo a su padre, siendo tan solo un niño.

A lo largo de la película vemos cómo el protagonista no desfallece en su cometido, incluso cuando se enfrenta a momentos difíciles de soportar o a situaciones en las que debe escoger la mejor opción, siempre pensando en los suyos.

“Pase lo que pase la familia va primero”, y así ocurre: Duk-soo renuncia a su sueño de ser capitán de navíos para que su hermano pueda estudiar en la mejor universidad de Seúl. Para pagar la matrícula se va a trabajar a las minas de carbón alemanas. Más adelante, participará en la guerra de Vietnam para poder pagar la boda de su hermana. Y estos son algunos de los ejemplos con los que Deok-Su va cumpliendo la misión que su padre le encomendó.

Este drama perfectamente trazado y ambientado, que recorre toda la vida del protagonista, permite entender el dolor y sufrimiento de las personas. En concreto, se centra en los padres que ven sufrir a sus hijos. A la vez, asistimos como espectadores, a las delicadas muestran de cariño entre los miembros de esta familia, que esconden el profundo, grande y sincero amor que les une.

Se merece una mención a parte la leal amistad entre Duk-soo y Dal-gu. Juntos han compartido todos los grandes momentos de sus vidas, hasta el punto de arriesgarlas mutuamente en varias ocasiones.

El director siempre ha querido realizar esta película para rendir un homenaje a su padre y, con él, a todos los padres y abuelos (en femenino, también) que tuvieron que vivir un momento tan difícil como fue la guerra de Corea y los años siguientes.

Para realizar esta película ha contado con un equipo específico que comprobó la veracidad de ciertos hechos, y se ha rodeado de un equipo de fotografía que ha realizado un gran trabajo.

Firma: Montse Figuerola