Oldboy

En el año 2003, el director coreano Park Chan-Wook llevó a la pantalla un cómic de Nobuaki Minegishi sobre un hombre secuestrado durante veinte años y la violenta y cruel venganza posterior contra los que le sometieron a esa tortura. La mezcla de acción, artes marciales, crueldad y un poco de suspense, impulsado por el siempre eficaz deseo de venganza, convirtieron a este primer Oldboy en una película de culto.

Diez años después, todo lo que podemos encontrar en el nuevo Oldboy de Spike Lee es un comienzo prometedor y un leve espejismo de lo que fue la obra original. Las motivaciones del protagonista se desdibujan al querer dotarlas, no sabemos por qué, dado el género del film, de cierta humanidad paterno-filial. El deseo de venganza se diluye y cobra importancia un suspense inverosímil que, a fuerza de desconcertar, no provoca ninguna de las sorpresas esperadas.

Sexo de motel, secretos familiares de culebrón y una violencia de videojuego retro terminan de componer este guión tan chapucero como prescindible.

Firma: Esther Rodríguez