Pixels

Pixels proviene de un cortometraje con el mismo nombre, dirigido por Patrick Jean, que en poco más de dos minutos nos narra el mismo concepto de la película. Sin embargo, el corto lo hace de manera más interesante, ya que su enfoque crítico se centra en un fin del mundo que llega de la mano del hombre y del desarrollo y uso de su tecnología.

El film, aparte de este asunto apocalíptico, estira y busca donde no hay: estructura a partir de cinco típicos personajes, a cada cual peor, que intentan amenizarnos la catástrofe de la forma más desastrosa. Sus diálogos y subtramas están dirigidos a un público adulto, con temas poco apropiados para los más pequeños; no obstante, los gags que protagonizan son infantiles, con lo que se consigue que Pixels no sea adecuada ni para unos ni para otros.

Aunque haya alusiones a programas televisivos y personajes de la época arcade, tampoco se explota todo lo que se podría la parte friki del film. Los que han vivido su infancia y adolescencia en los ochenta se quedarán con ganas de más.

Decepciona la parte visual también. Puedes ir a ver Pixels pensando que disfrutarás de espectaculares efectos especiales, pero no es así. Algunas escenas son destacables, sin embargo, no hay nada que nos sorprenda respecto a lo que ya nos tiene acostumbrados la gran pantalla.

Me parece increíble que Chris Columbus, que es responsable de joyas como Solo en casa y La señora Doubtfire, sea partícipe de películas como esta -similar a las que lleva haciendo desde que terminó las primeras de Harry Potter– donde la única intención es hacer dinero.

Firma: Javier de la Llave