Premonición (2015)

El director brasileño Afonso Poyart se pone al frente del que es su segundo largometraje (en Brasil se acaba de estrenar su tercera película titulada Mais Forte que o mundo: a história de José Aldo). Sin un gran equipaje a sus espaldas como cineasta, Poyart se atreve con un título que genera muchas expectativas. Primero por su gran reparto y segundo porque el guión, que se propuso como una secuela de Seven, lleva muchos años dando vueltas por la industria de Hollywood.

Quizá, por ese motivo, la crítica ha sido tan exagerada a la hora de calificar el film. Es verdad que Premonición es una mezcla de géneros poco definida y que de tanto abarcar no se compromete con nada. Los fenómenos psicológicos y paranormales se difuminan con los policíacos y dramáticos. No sabemos si estamos ante la caza de un asesino en serie o ante la duda existencial de sus protagonistas. También es evidente que la falta de compromiso lleva a la falta de profundidad y, así, algunos componentes interesantes –el duelo entre los «videntes», las motivaciones, los dilemas morales, etc.– quedan por explotar mientras se despista al espectador con una repetición innecesaria de «visiones» sobre el pasado y futuro de los protagonistas y los fuegos artificiales de un guión que, sobre todo, pretende impactar.

No obstante, y aunque Premonición no llega a ser la gran película prometida, es eficaz. Entretiene, inquieta y absorbe. Propone un interesante debate sobre el asesinato como remedio consolador (que la historia no resuelve) y genera ciertas reflexiones sobre el perdón, la necesidad de superar el pasado y la finitud del tiempo que tenemos sobre la Tierra.

Nota: el título original, Solace, refleja con mucha más exactitud el contenido de un film que viene a decir que el amor es el mejor consuelo para cualquier ser humano.

Firma: Mar Pons