Qué esperar cuando estás esperando

Esperanzas y desafíos se mezclan en un guión que fuerza mucho las cosas para convertir los avisos de un texto de autoayuda (el libro de Heidi Murkoff, productora ejecutiva del film) en un guión con múltiples tramas. Es curioso como, a medida que las sociedades se vuelven más materialistas, la maternidad se convierte casi en un producto más de mercado que hay que recargar de consejos y condiciones para su buen camino.

También se fuerza la cuerda de la comedia, que se conforma con acudir, de vez en cuando, a un catálogo de bromas fáciles e incluso sonrojantes que aprovechan los cambios hormonales para chistes de bar. Quizá se busca la complicidad de cierto público masculino que está huérfano de “resacones” fílmicos este verano.

Para conducir la cámara se ha confiado en Kirk Jones, un director que siempre se ha mantenido en la línea de la comedia con la familia, o valores parejos, como telón de fondo; con un tono más ácido en Todos están bien y más dulce en Despertando a Ned y La niñera mágica.

La adaptación a ficción ha sido responsabilidad de dos jóvenes guionistas. Hach tiene en su haber ser coautora de un reciente éxito de la comedia adolescente, Ponte en mi lugar, y autora del musical Una rubia muy legal y de su película posterior. Shauna Cross también se ha movido en el terreno “teen” y fue la guionista del largometraje que dirigió la actriz Drew Barrymore, Roller girls, en 2009. Quizá por eso el conjunto del guión se resiente de un tono ligero y liviano, donde todos los conflictos se construyen de manera un tanto artificial; lo que conduce a unos giros bastante caprichosos, aunque previsibles por el colchón de comedia masticada en el que se apoya.

El mosaico de historias suenan a preconcebidas y, aunque con buena intención sin duda, también así suenan sus respectivas (y muy planas) moralejas, siempre presentes con bastante evidencia en estos productos de verano-bestseller. Por otra parte, el modelo de parejas y matrimonios que se presentan responden a unos niveles sociales y estéticos que, paradójicamente, sonarán a broma a muchas familias, lo que deja aún más claro que la película no puede tomarse muy en serio. Qué esperar…

Firma: Lourdes Domingo