Savior

Nueva producción de Oliver Stone, quien (tras su trilogía sobre la guerra del Vietnam) centra ahora su interés en otro importante conflicto bélico. Pero aquí el polémico cineasta yanqui sólo acomete tareas como productor, pues ha contratado a un conocido realizador de Belgrado, Peter Antonijevic, para dar a luz un filme de reconstitución histórica, cuyo guión posee auténtico carácter testimonial. Escrito por el periodista norteamericano Robert Orr, corresponsal gráfico en la Guerra de los Balcanes, está inspirado en el relato de un combatiente que le explicó cómo acabó cuidando de un huérfano que encontró en el campo de batalla. Ambientada en los escenarios naturales de la República de Serbia, la película sufrió las precarias condiciones de revelado y el peligro bélico o las mismas manifestaciones callejeras.

Los principales intérpretes (el ascendente galán Dennis Quaid, como Guy; el también actor de moda Stellan Skarsgard (Rompiendo las olas, Amistad, El indomable Will Hunting), en su papel de Dominic; y la nativa Nastasha Ninkovic, como Vera), hacen creíbles sus desdichados personajes; mientras que los figurantes dan perfectamente los tipos.

Savior (Salvador) es, ante todo, una película acongojante. Definida por el propio realizador como un alegato antibélico, Antonijevic destacó que al rodarla su intención era hacerlo de la forma más real posible: quería mostrar al público que las personas morían de verdad y no de manera artificial, como en el cine de Hollywood. “En mi película -dijo-, la muerte es real. Y, por otra parte, no tengo el sentimiento de haberme inclinado por ninguno de los bandos del conflicto. He querido explicar, sobre todo, el sufrimiento”.

Ciertamente, los sufrimientos físicos y anímicos de Guy y de Vera y su fanática familia, así como los de la anfitriona familia croata, transportan al asimismo sufrido espectador al centro de la vergonzosa guerra de la ex Yugoslavia, donde los conflictos étnicos y fundamentalistas se hacen presentes en ese relato dantesco. Tragedia personal y colectiva que, paradójicamente, llevará al vengativo protagonista a la redención. De ahí que Peter Antonijevic añadiera: “Sin que cada bando asuma su culpa, será muy difícil la reconciliación. Hay una situación difícil en Kosovo y no se puede volver a entrar en otra guerra”.

Por último, las crudas imágenes del filme exponen los actos de violencia sin ningún pudor, pero poseen el suficiente distanciamiento crítico para que el espectador viva una historia que no puede dejarle indiferente. Como dice el co-protagonista Stellan Skarsgard, Savior demostrará, por encima de todo, que en las guerras no hay héroes, ni vencedores ni vencidos”.

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