Se armó el Belén

Sony apuesta por una excelente producción animada para acercar el originario relato de la primera Navidad a los espectadores de hoy. Una de las mejores opciones para los más pequeños en estas Fiestas.

La historia de la primera Navidad, que da origen a la principal religión del planeta y fundamenta la tradición festiva más extendida y celebrada en todos los rincones del mundo, vuelve a ser llevada al cine, esta vez de la mano de la división animada de los estudios Sony.

Con la agilidad y buen humor con que convirtieron el terror de Drácula en la divertida saga del Hotel Transilvania o nos sumergieron en las complejas tareas de Papá Noel en Arthur Christmas, los responsables de Sony presentan una narración de la Natividad de Jesucristo, atractiva, entretenida, comprensible, con suficiente posibilidad de profundización y muy acorde con el relato evangélico.

Tanto el director como los guionistas conforman un equipo bastante joven, con pocas producciones a sus espaldas y, acertadamente, apuestan por lo seguro. Dirigen el film a un público muy infantil llenándolo de animales variados, espacios suntuosos o ruralmente coloridos mientras todo discurre a un ritmo incansablemente ágil.

Dejan que sean los propios animales los que tiren de la acción embelleciéndola con una banda sonora repleta de villancicos interpretados con tonos contemporáneos (liderados por la espectacular “The Star”, de Mariah Carey, que proporciona el título original a la película). También echan mano de tópicos del mundo del cine como el duelo entre José y Bo con sonidos de western o las interpretaciones a lo Sinatra de la paloma Dave. (En el doblaje al castellano también se han echado mano de tópicos. No obstante, no se ha hecho un buen trabajo y, por ejemplo, las variedades regionales de los camellos de los Reyes Magos, que, son, de por sí, un acierto, no acaban de cuajar).

Todo esto puede parecer fácil pero es indudablemente efectivo. Si, además, se quiere profundizar en el verdadero sentido de la Navidad, Se armó el Belén da suficientes pistas para ello: la naturalidad de José y María, el origen claramente divino de los mensajes que reciben respecto al Niño, la oportunidad y eficacia de la oración, la pobreza y humildad que rodeó el nacimiento del Hijo de Dios o el descubrimiento de la verdadera grandeza aprovechando la metáfora con la caravana real que persigue Bo.

Es decir, un más que recomendable trabajo para disfrutar y aprovechar las fiestas de Navidad (o de cualquier momento del año).

Firma: Esther Rodríguez