Sentencia de muerte

El arranque de la película casa con varios registros, desde un drama intimista -en el que una familia debe superar la muerte injusta de su hijo-, a un thriller judicial. Pero se acaba decantando, desgraciadamente, por un film de acción y violencia en la línea de su director, James Wan (autor de la saga Saw).
 
Remake de Yo soy la justicia (con Charles Bronson) y basada en una novela de Brian Garfield, Sentencia de muerte pierde toda su credibilidad a medida que avanza el metraje. Un respetado directivo de una importante empresa y padre de dos hijos se enfrenta con mucha soltura a toda una banda de maleantes, como si toda la vida se hubiera entrenado para ello. Ni siquiera un grupo de personas, con hábitos poco recomendables, pueden acabar con el ejemplar padre.
 
Wan critica, con salpicaduras de sangre, el ineficaz sistema judicial norteamericano, que parece beneficiar a los malos y marginar a la gente honrada, y, en consecuencia, lleva al protagonista a convertirse en un reflejo de los verdugos. Y qué decir de la policía que llega a los sitios una vez ya ha ocurrido todo.
 
Lo mejor son algunas secuencias de acción, como por ejemplo la persecución en el parking donde empiezan a saltar paulatinamente las alarmas de los coches y la transformación de la apariencia física del protagonista, acorde con su cambio interior. Extraña ver a Kevin Bacon en el papel de buen padre, ya que estamos acostumbrados a sus interpretaciones frías y con cierta malicia.

Firma: Redacció

Extras DVD:

• Audio: inglés, español
• Subtítulos: inglés, español