Sola en casa

Peter Lepeniotis es un animador (Casper, Toy Story 2, Fantasía 2000, Dinosaurio), director, guionista y productor canadiense, conocido por su Operación cacahuete, todo un éxito de taquilla.

Sola en casa no es ninguna obra maestra pero entretiene y se sigue con interés, gracias a su protagonista, los buenos efectos, el mundo tan colorido que presenta y la acción que rodea esta historia original aunque bastante previsible y limitada.

Chloe, la niña protagonista, gusta enseguida, es tierna, con personalidad y muy expresiva, representando con naturalidad y gracia la presencia de los móviles en las relaciones adolescentes. Algunos de los personajes hacen referencia a grandes roles mágicos como Gandalf o Yoda, sintetizados en el abuelo gnomo, y a otros animados estelares como los Minions, identificados en los bichos-bola lilas, hambrientos e incordiantes por igual.

El arranque del film homenajea también al género, pues tiene todos los elementos de una película de terror, y consigue, con gracia y acierto, ese efecto en varios momentos. Obviamente, reengancha rápidamente con la típica historia adolescente de instituto y la música pop de Becky G a todo volumen, con sus populares (e insoportables) chicas del high school, protagonizando algún momento menos infantil con el bullying a Liam, el vecino gafitas y realmente brillante.

La trama se enreda un poco con esta mezcla de géneros y los cambios de tono repentinos, ciertos errores de causalidad, que ralentizan y provocan inverosimilitud en el espectador más adulto. Detrás de esa falta de sutileza o de equilibrio, permanece el positivo mensaje del valor de la verdadera amistad.

Firma: Begoña Arribas