Soul Surfer

Tras haber visto aplazado su estreno en diversas ocasiones a lo largo del último año, llega a las carteleras españolas este relato de superación basado en la verdadera historia de Bethany Hamilton. El cine familiar y juvenil siempre ha sabido nutrirse de casos reales capaces de inspirar al espectador y estimular su buena voluntad a través de narraciones sugestivas de naturaleza excepcional. Así lo han hecho, buscando ejemplos recientes, Charles Martin Smith y Ken Kwapis con La gran aventura de Winter el delfín y Una aventura extraordinaria, respectivamente, y ahora es Sean McNamara (director de olvidables productos televisivos para Disney como Zach y Cody: la película o Jonas) quien se apunta a utilizar esta fórmula tan segura como previsible.

Las principales virtudes de Soul Surfer se apoyan en el carácter alentador de un argumento transmisor de valores y actitudes positivas ante la dificultad. McNamara traslada a la pantalla de modo simple y esquemático, aunque suficientemente efectivo, las líneas generales de los conflictos en la vida posterior al incidente de Bethany y su familia, y sigue los pasos de la joven por sobreponerse a sus limitaciones en una lucha que encontró su punto de inflexión en su viaje humanitario a Tailandia tras el tsunami del año 2004. La carga dramática de la cinta se ve aligerada, por su parte, por frecuentes y conseguidas escenas deportivas que agilizan el ritmo de la película, y por un aire a telefilme de sobremesa que nunca sienta demasiado bien a la pantalla grande. Con todo, esto último se ve algo compensado por la presencia de los cada vez más veteranos Dennis Quaid y Helen Hunt, que ayudan a que este sencillo relato ejemplar sobreviva a ojos del espectador que sepa abordarlo sin grandes exigencias.

Firma: Juan Xipell