Sufragistas

Sarah Gavron (Brick Lane) dirige este drama histórico y Abi Morgan (La dama de hierro) firma el guión, que resulta una cruda semblanza de la lucha de las mujeres por el voto femenino en Inglaterra. La película muestra sin reparo ni victimismo la dura vida que les esperaba desde jovencitas, incluso más que a los hombres, y las miserables condiciones en las que trabajaban. Es un relato detallista de la cara más sacrificada y desgarradora de este proceso.

La protagonista Maud Watts –la popular Carey Mulligan, que brinda una contenida y conmovedora interpretación– batalla por un ideal al que se ve abocada y después implicada voluntariamente, decisión que le acarrea la incomprensión y la pérdida de su vida anterior. Acompañan a la actriz en el reparto el últimamente secundario de moda Ben Whishaw y una lucida Helena Bonham Carter, por una vez sin disfrazar. Y, también se le otorga una breve aparición a Meryl Streep, como una de las fundadoras del movimiento.

La película es brillante en cuanto a la ambientación y estética industriales que plasma en cada escena. El tratamiento de los planos a través de la iluminación, desenfocados y retocados como antiguas fotografías, la convierte en una pieza gratificante a los ojos.

Al mismo tiempo, las intensas interpretaciones, la dureza de los hechos narrados y los escenarios tan bien recreados nos llevan a través de una trama potente, que denota la labor de documentación que hay detrás.

Sufragistas es la historia de la cruda realidad, explicada sin tapujos y con un retazo de emotividad que se va forjando lentamente durante el film y que emerge en la parte final.

Firma: Begoña Arribas