Suzanne

La directora Katell Quillévéré ya puso el listón muy alto en su primer largo Love like poison. En este nuevo título se adentra en una inicial e idílica descripción de una típica familia de clase media en el sur de Francia, donde un padre y sus dos hijas llevan una vida relativamente cómoda, sin altibajos y en la que el amor paternal y la buena relación entre las dos hermanas es maravillosa.

Quillévéré, a partir de estas premisas, desarrolla en varias etapas una puntual descripción de las complicaciones que surgen en un entorno familiar, tras un acontecimiento no previsto que altera por completo la buena marcha de aqul, hasta entonces, feliz núcleo.

A partir de este punto, a pesar de que la relación entre la dos hermanas permanece inalterable, no hay duda de que el suceso maternal, ante la falta de un padre reconocido, produce mayor perturbación en la propia madre, Suzanne, que en el resto de los componentes.
Comienza para ella una nueva vida en la que la incertidumbre y el deseo abren una senda plagada de negros nubarrones.

Incluso con la evidencia de un tema en el que el serial es patente (la directora señala con pantalla oscura cada transición), el transcurso de la cinta está tratado con impecable conexión argumental y una cámara que refleja con precisión los diversos estados anímicos de las dos protagonistas. Adéle Haenel fue galardonada con el premio “A la Mejor Actriz de Reparto” por su interpretación del papel de Maria en esta película.
 
El argumento de Suzanne, en esta ocasión, está ubicado en el país vecino, aunque la problemática inicial y sus consecuencias pueden estar también muy cerca de nuestras lares. Y es que, a veces, el cine no es pura ficción. Lamentablemente.

Firma: Joaquim Guitart