Thor: Ragnarok

Taika Waititi (Lo que hacemos en las sombras) es el renovado director de la tercera entrega de esta saga de Marvel que sigue con la estrategia de cruzarse con otros superhéroes; lo que (y no es muy halagüeño) constituye casi lo más salvable del film.

Christopher Yost es el co guionista que se mantiene a flote de la segunda Thor. En el equipo de los tres responsables de la trama destaca que son habituales del universo Marvel en diversas tareas y también en las franquicias de animación.

Todo eso ha servido para no romper con lo que habíamos visto hasta ahora en las películas de este superhéroe divino y con martillo. Únicamente, en el aspecto visual y sonoro sobresale un cariñoso homenaje a los arcades de los años 80 y 90, que tiene especial peso en los títulos de crédito.

Por otra parte, el humor a veces gamberro y, otras veces, con dobles sentidos que pujan por no pasar la línea puritana de Disney, y unos efectos especiales que pretenden hacer más patentes las violentas batallas diluyen el interés real por los personajes.

Es decir, aunque se busca el bien, esa violencia (sazonada con un par de consejos místicos de mercadillo) es el instrumento para resolver los conflictos. De este modo, resulta un título más cercano al público joven (no infantil) y muy entregado a una de las franquicias menos brillantes de Marvel.

Firma: Lourdes Domingo