Todas las mujeres

Mariano Barroso (Éxtasis, Lo mejor de Eva) acabó rodando la película que, anteriormente (2010), emitió como serie de televisión el canal TNT (productor también del proyecto).

Con un Eduard Fernández brillante y capaz de convencer al espectador en cada cambio de interlocutor en la escena, Todas las mujeres tiene unos cuantos altibajos en el montaje e iluminación. El corte teatral, prácticamente escenario único, está salvado por un diálogo y unos actores que aguantan muy bien el tirón de ese estrés verbal.

La película organiza, con pocos medios, una rocambolesca y, en parte, sencilla trama de humor y cierto suspense (sobre todo por el conflicto de los novillos) que, en realidad, habla de la madurez tardía o que nunca llega y de cómo se manejan, en ese estado, los vínculos familiares y amorosos.

El previsible caos, ante dicha premisa, no se esconde en escena las terribles (aunque algo trivializadas) consecuencias: infidelidades, mentiras y otras miserias que Fernández articula con frescura.

Desigual en su resultado, la propuesta tiene un resello de cine independiente a la española que no le sienta mal pero que no es suficiente.

Firma: Lourdes Domingo