Todo saldrá bien

Análisis

Después de decepciones como Palermo shooting, Wim Wenders vuelve a demostrarnos que a sus 69 años sigue siendo uno de los grandes autores de esta época. El director manifiesta su lado más expresivo detrás de la cámara y, como es habitual en él, nos presenta un film centrado en los personajes, mientras la trama, que tiene fuerza, queda en un segundo plano.

El autor se sirve de la cámara para narrar en primera persona, “escribiendo” con ella, tal como Alexandre Astruc postulaba con su caméra-stylo, pero Wenders además hace uso de todos los elementos disponibles a su alcance para ahondar en los individuos, graba en 3D y explota su profundidad (ya lo hizo en Pina); juega con el sonido y su ausencia de modo brusco; emplea la luz para indicar cómo son, cómo están, si sufren un cambio los sujetos en pantalla (en ocasiones la luz llega a modificarse en un mismo plano), haciendo presente al espectador que hay un creador detrás.

Todo saldrá bien se puede considerar un texto escrito por el director alemán. En ese sentido, desde un punto de vista semiótico, la puesta en escena, cada plano, cada movimiento de cámara, etc., es una palabra, una frase o un signo de puntuación, como queda plasmado en los elocuentes fundidos a negro y las múltiples elipsis.

Sin embargo, este método de relatar -donde tienen cabida los silencios y planos temporalmente largos, imagen tiempo; predominancia de primeros planos, imagen afección; planos de espaldas, imagen percepción- puede resultar obtuso o demasiado dilatado para algunos espectadores. Da la sensación de que Wenders quiera conseguir precisamente eso, el tedio: lo que le ocurre al propio protagonista del film.

Por estas razones, Todo saldrá bien me remite al Lars Von Trier de Anticristo y/o Rompiendo las olas. En este caso, el protagonista es un hombre, pero al igual que en las películas del director pionero del Dogma 95, el personaje vive en un mundo propio, aislado, donde no existe ninguna regla moral; los sucesos que ocurren a su alrededor poco o nada le afectan y como podemos observar en el móvil infantil que cuelga del techo, el tablero de ajedrez, los dibujos, los libros, textos religiosos, etc. la película está plagada de metáforas y símbolos al más puro estilo del director danés.

Todo saldrá bien no ha sido bien recibida por la crítica, aunque como suele suceder, las opiniones están dividas. En mi opinión, presenta fallos de estructura, la historia acaecida en el hogar de la madre del niño atropellado y su otro hijo no está nada enlazada y es un pegote en la narración.

El film, de momento, está seleccionado en el Festival de Berlín, pero todo indica que no va a tener un gran éxito. Recomendada para aquellos que busquen algo más que entretenerse, que les genere preguntas e intenten responderlas.

Firma: Javier de la Llave

ficha técnica

Director: Wim Wenders

Guionistas: Bjørn Olaf Johannessen

Intérpretes: Charlotte Gainsbourg, Jack Fulton, James Franco, Julia Sarah Stone, Lilah Fitzgerald, Marie-Josée Croze, Patrick Bauchau, Rachel McAdams, Robert Naylor

Género: Drama

País: Alemania

Fecha estreno: 24/07/2015

Lenguaje: Coloquial

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Tomas Eldan (James Franco) es un escritor mediocre, atrapado en la rutina, sin ideas y con problemas con su pareja. Cuando por accidente atropella a un niño, su vida cambia para siempre y emprende una búsqueda interior con el fin de conocerse y aceptarse.

Título original: Everything Will Be Fine

País: Alemania

Duración: 118'

Fecha producción: 2015

Distribuidora: Avalon

Color: Color

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