Tomboy

Céline Sciamma ya demostró sus inquietudes argumentales y de cierta militancia en 2007 con el estreno de Naissance des pievres. El film narra el confuso despertar sexual de un grupo de chicas adolescentes, que buscan en el deseo y afán de sentirse consideradas las pautas de su desarrollo afectivo.

Aunque en Tomboy, Sciamma cambia de registro (menos agresivo y explícito), en realidad deambula por el mismo terreno, situándose unos años antes. Laura no es adolescente, pero es una protagonista que, a las puertas de la prepubertad, pone a prueba su anhelo de ser chico. Todos sus intentos, entre juegos y escenas familiares, se realizan en una trama excesivamente monocarril y por eso demasiada editorializada, lo provoca situaciones confusas que causan más tristeza que comicidad. No hay que olvidar que un conflicto de estas características es aún más espinoso, complejo y dramático cuando se trata de menores de edad.

A pesar de que la directora francesa conserva un estilo minimalista, que no busca el adorno y ni lo estridente en las formas, no logra que el drama se libre de una buena dosis de artificiosidad. Primero, por lo singular del caso en una edad tan temprana, que singulariza más la intención de teorizar sobre la construcción de la identidad sexual. Y segundo, por la poca credibilidad que otorga a los padres, amorosos y sin otros problemas, pero curiosamente incapaces de darse cuenta de lo que sucedía.

Film menor y realmente paradigmático de cómo una mirada puede teñir la realidad.

Firma: Lourdes Domingo