Un hombre de altura

Laurent Tirant (Astérix&Obélix: al servicio de su Majestad) vuelve a la gran pantalla con el remake de la argentina Corazón de León (2013), acompañado por Jean Dujardin (The Artist o El lobo de Wall Street) y Virginie Efira (20 años no importan o La oportunidad de mi vida).

Para quien no haya visto la película madre, la versión francesa es más recomendable, no por los gags –que son exactamente iguales que los argentinos–, sino por la delicadeza mediterránea en el vestuario, la calidez lumínica, e incluso por los exteriores, que facilitan adentrarse más en la historia.

Una historia en la que, gracias a la posición económica de los protagonistas, todo es mínimamente creíble. Pero a parte de eso, la paradoja del film reside en que toda la pequeña altura del protagonista queda magnificada por las grandes virtudes que resplandecen en él: tenacidad, bondad, inteligencia, etc.

Todos estos valores son los que hacen descongelar el corazón de los que le rodean y romper los prejuicios sociales que el enanismo comporta, especialmente para Diane. Para ilustrarlo, el guion desprende el elegante sentido del humor al que algunos cineastas francesos nos tienen acostumbrados.

Como ya sucedió en la versión argentina, estamos ante una bocanada de aire fresco para todos los que buscan la felicidad siendo conscientes de las barreras personales, pero con el realismo de afrontarlas con humor y amor.

Firma: Montse Figuerola