Un hombre llamado Ove

Ove es un hombre desesperado, que ha perdido todo lo que le hacía seguir viviendo. Es un personaje real, presente en toda comunidad de vecinos y magistralmente interpretado por Rolf Lassgård. Muy a su pesar, la llegada de unos nuevos inquilinos le hará descubrir que su vida ha valido la pena.

Por momentos, el relato de Holmes recuerda a las mejores comedias francesas, con ese punto de drama y de comedia que sabe reírse del carácter del país. En esta producción sueca, el drama pesa mucho pero, poco a poco, va transformándose en un canto a la vida y en una crítica a la cultura a la “muerte digna” tan presente en los países nórdicos.

El guión tiene momentos brillantes, como la enemistad de los vecinos por la marca de sus coches o los flashback que nos hacen entender mejor el carácter del protagonista. Todo lo demás, la fotografía o las interpretaciones de los secundarios cumplen sobradamente con el buen nivel de la película. Especialmente amaravillosa es la recreación del viaje de los protagonistas a una Mallorca que empezaba a recibir el turismo sueco.

En definitiva, una apuesta para disfrutar con los mayores de la familia, para hablar de temas profundos, para reír con ganas y llorar con gusto. Las dos nominaciones a los Oscar están sobradamente justificadas.

Firma: Llorenç Ramis