Una cuestión de tiempo

Los más escépticos ante el cine romántico verán con menos prejuicios esta cinta si conocen a priori su origen británico y que su director y guionista, Richard Curtis, es el artífice de las más que correctas Notting Hill o Love actually. Esto significa que el romanticismo pasa por el tamiz de un humor más excéntrico -como alguno de los personajes secundarios- y de un guión del que se desprenden algunas reflexiones o situaciones con las que el ciudadano medio puede identificarse.

El viaje en el tiempo es el vehículo perfecto para materializar ideas como el valor de la vida cotidiana; el uso de los talentos personales no sólo para el bien propio sino también de los demás; cómo la experiencia nos ayuda a crecer como personas y a no caer en los errores del pasado; la necesidad de afrontar las tragedias vitales que irremediablemente nos tocan vivir y dejar atrás el ayer y afrontar los nuevos retos del mañana.

Estas reflexiones sobre la película nos recordarán a la ya clásica y popular Atrapado en el tiempo –más conocida por su título original El día de la Marmota-, en su momento, un film elogiado por la crítica. A pesar de los paralelismos entre ambos largometrajes, el protagonista de Una cuestión de tiempo no se despierta siempre en el mismo día y el guión cuenta con el ADN típico de las películas de Curtis.

Sin duda, la producción protagonizada por un emergente Domhnall Gleeson es una comedia romántica por encima de la media. Después de visionarla, queda un buen sabor de boca –sabe hacer reír y emocionar- y se llega a la conclusión de que la familia es el pilar en el que sustentarse ante las adversidades y las penas, así como el motor de la vida diaria.

Firma: Montserrat Bros

Extras DVD:

• Audio: español, inglés, francés, alemán, turco
• Subtítulos: español, inglés para sordos, francés, italiano, alemán, árabe, danés, holandés, finlandés, islandés, noruego, portugués, sueco, turco