Una madre imperfecta

Lorene Scafaria es autora de la adaptación Nick y Norah, una noche de música y amor y guionista y directora de un film inédito en España: Buscando un amigo para el fin del mundo. En su última propuesta recurre a varios aspectos de su biografía, como el origen italiano de su también difunto padre o como la relación con su madre, que también se mudó a California.

Desde el principio hasta el fin se nota que a Scafaria le gusta mimar el texto, a los personajes y su interacción en pantalla. En este sentido, el guion ofrece muchas virtudes que pasan por los numerosos y complementarios detalles de caracterización –gustos musicales, objetos, comidas, rutinas o aspectos fugaces que parecían banales y que se retoman para ofrecer algo nuevo– y por una multiplicidad de subtramas de las que casi todas sobreviven con dignidad por una bien llevada ilación.

Sin embargo, en una película donde se quiere contar algo auténtico (realmente hay momentos muy verdaderos en la soledad aplacada de Marnie y en el dolor entre madre e hija) y, al mismo tiempo, se quiere estar muy cerca de un amplio espectro de público se cae, quizá involuntariamente, en forzadas concesiones. Entre ellas están la subtrama de la boda lesbiana o la continua presencia de la marca Apple, que entran con calzador a pesar de salpicar varias veces el metraje.

Por otro lado, el film de Lorene Scafaria consigue transmitir a partes iguales vitalismo, sentido del humor y drama ante un luto que se quiere atenuar. Este logro es posible gracias a una Susan Sarandon que es capaz de hacer suyas todas esas experiencias y actitudes y que interacciona con naturalidad y química con su hija en la pantalla, una resuelta Rose Byrne.

En resumen, con algún altibajo o peaje y en el contexto de un cine de proyección comercial, Una madre imperfecta se postula como una buena historia de madres e hijas, precisamente, para madres e hijas. En ella, brilla la incondicionalidad de ese tipo de amor y la cambiante, pero existente, dependencia y comunicación que tiende a darse entre ambas.

Firma: Lourdes Domingo