El primer trabajo de Andy Serkis (el hombre tras Gollum y otros personajes digitalizados) como director es un drama biográfico con mucho regusto a homenaje. De hecho, el productor e impulsor del film es Jonathan Cavendish, hijo de Robin y Diana.
Lo cierto es que la película se despliega con sinceridad y bastante coherencia dentro de unos determinados parámetros: los de presentar una historia de coraje con atractivo y amabilidad para un gran público.
El guión de William Nicholson (Tierras de penumbra, Invencible, Los miserables…) resume el romance y el temperamento deportivo y aventurero de Robin en las primeras secuencias y se pasea por las posteriores dificultades sin molestar mucho al espectador. Todo esto con la iluminación de Robert Richardson, un habitual de directores como Tarantino o Scorsese, que baña el espacio del color emocional de la secuencia.
Así, acompañados por la gracia especial de la pareja protagonista (Andrew Garfield y Claire Foy), llegamos al fin de esa coherencia. En su último tramo, lo que podría ser (y parece que fue) un hecho real, se convierte en un problema de congruencia dramática. Un hombre que vivió (de milagro de los 28 a los 64) a fuerza de apostar por la vida y poner en el centro a la persona, sea cual sea su condición, da un giro y cambia la película al espectador.
Firma: Lourdes Domingo
Director: Andy Serkis
Guionistas: William Nicholson
Intérpretes: Andrew Garfield, Claire Foy, Ed Speleers, Hugh Bonneville, Tom Hollander
Género: Biográfico
País: Reino Unido
Fecha estreno: 17/11/2017
Lenguaje: Coloquial
El aventurero y carismático Robin Cavendish tiene toda la vida por delante cuando la polio le provoca una parálisis. Contra toda recomendación médica, su mujer Diana le saca del hospital y empiezan una batalla por mejorar sus condiciones de vida; lo que irá en provecho de otros muchos enfermos.
Título original: Breathe
País: Reino Unido
Duración: 118'
Fecha producción: 2017
Distribuidora: Diamond Films
Color: Color