Una vida en tres días

En Una vida en tres días, uno puede preguntarse cómo es posible que un incisivo director como Jason Reitman y unos actores de primera línea como Kate Winslet y Josh Brolin puedan ponerse al servicio de está melodramática historia. También es sorprendente comprobar que no hay ni un ápice del buen hacer del hasta ahora interesante director de las estupendas Up in the air y Juno.

El guión, basado en la novela de Joyce Maynard y firmado por Reitman, rezuma inverosimilitud por todos los costados, sobre todo a medida que avanza el metraje. Éste quiere hablarnos de la redención, de las segundas oportunidades, pero nadie se cree la transformación y la evolución de los personajes en un periodo tan corto como son tres días.

Así que aquellos nostálgicos del gamberro Reitman no encontrarán nada que les sacie en Una vida en tres días. No es más que una película de sobremesa, con un alto presupuesto y con una pequeña dosis de intriga que apenas se explota. Sólo vale la pena para llorar un rato y creer en la bondad de las personas, pero explicado de un modo elemental y sin imaginación.

Firma: Montserrat Bros