Vida de este chico

Estamos ante un impresionante biopic crítico, cuyo dramatismo encoge el corazón. Se trata de la historia real de Tobías Wolff, hoy profesor de Literatura de la Universidad de Syracusa (Nueva York), que en 1991, con el título de This Boy’s Life, publicó la novela autobiográfica que ha inspirado este filme. Realizado por el escocés Michael Caton-Jones (Memphis Belle, Doc Hollywood), ha contado con una excelente interpretación de Robert de Niro y Ellen Barkin, la cual es superada por el adolescente Leonardo DiCaprio (el inolvidable retrasado mental de A quién ama Gilbert Grape); y, sobre todo, ha logrado una perfecta reconstitución de ese período histórico, evocado con música y moda Elvis Presley, crónica televisiva de sucesos célebres y la campaña de Kennedy incluida.

No obstante, a pesar de la crudeza de algunas situaciones-límite (ahí el guión fílmico de Robert Getchell se excede en detalles obscenos, que no están presentes en el libro de Wolff), el realizador ha evitado caer en el típico sentimentalismo hollywoodiense, lo cual comunica al espectador una mayor densidad dramática y le obliga a la reflexión crítica. A tal fin, Caton-Jones ha escogido unas cuantas anécdotas de la novela original e hilado con la voz en off del desdichado protagonista. Los autores de Vida de este chico no consiguen dar la mirada del escritor, que lo hacía en primera persona, con un tono un tanto entrañable, como si se tratara de un relato escrito a caballo de Charles Dickens y Mark Twain. La diferencia está en que mientras Tobías Wolff es actualmente un consumado escritor, el cineasta escocés es sólo (por el momento) un director de segunda fila. En manos de un maestro del cine social americano, This Boy’s Life sería una película que habría pasado a la historia.

Firma: Redacción