Los escasos 36.000 euros invertidos en esta producción arrojan un balance fílmico nada despreciable. Y es que en cuestiones cinematográficas el talento aún está por encima del dinero.
La calidad de la fotografía y el sonido son la nota más destacada del primer largo de Gabriel Mascaro que contó con un equipo de tan sólo cinco personas para encarar la película.
El brasileño, prestigiado a nivel internacional tras la exhibición de sus documentales e instalaciones en el MOMA, en el Guggenheim y en el MACBA, despliega con sus Vientos de Agosto una historia rural, que recoge el primitivismo al que aboca la pobreza y la profunda soledad del ser humano ante la naturaleza y la muerte. El retrato del paraíso podría ser idílico pero Mascaro elige un hiriente realismo que no deja lugar a la esperanza aunque se asoma a momentos de gran belleza estética e instala al espectador en el callejón de la reflexión existencial. El metraje luce brillante a pesar de la inmensa tristeza que destilan las vidas de sus protagonistas, encarnados, a excepción de Shirley, por los habitantes del pueblo de Patacho al noreste de Brasil. Un estreno muy prometedor para una minoría especializada, amante de la imagen y del slow cinema.
Firma: Anna Puigarnau
Director: Gabriel Mascaro
Guionistas: Gabriel Mascaro, Rachel Ellis
Intérpretes: Dandara de Morais, Gabriel Mascaro, Geová Manoel Dos Santos
Género: Drama
País: Brasil
Fecha estreno: 25/09/2015
Lenguaje: Coloquial
Shirley deja la ciudad para cuidar a su abuela en una remota aldea de pescadores en la costa de Brasil. Su vida cotidiana es dura y monótona pero la relación con Jason y la música punk alivian su soledad. Durante el mes de agosto se desatan unos fuertes vientos y con ellos llegará al pueblo un científico que intenta grabar sus sonidos.
Título original: Ventos de Agosto
País: Brasil
Duración: 77'
Fecha producción: 2014
Distribuidora: Mosaico films
Color: Color