Wilaya

Pérez Rosado hizo cantera profesional como asistente de Elías Querejeta, Eloy de la Iglesia o Carlos Saura. Su pasión por el género documental se refleja no sólo en sus primeros trabajos en programas televisivos como Documentos TV, sino también en sus historias de ficción ambientadas en entornos realistas como Agua con sal o Cuentos de la guerra Saharaui. Lo mismo sucede con los temas sociales y reivindicativos que expone en sus films. Desde la calma y la perspectiva de las historias personales, Chiapas, Sahara, Nicaragua, Puerto Rico o Cuba protagonizan sus reportajes y documentales, pero también sus ficciones.

Mientras que en el terreno de la recreación o filmación de la realidad, sobre el propio terreno, Rosado mantiene la verosimilitud, en Wilaya, como le pasaba en Agua con sal, la estructura se desmorona. Se nota que el director y guionista conoce a fondo y al detalle cómo viven los saharauis y su complicada situación entre dos tierras y en tierra de nadie a la vez, sin embargo en el guión suenan muchas aristas a demasiado conducidas. Cada personaje dibuja, de manera bastante explícita, un aspecto de la idiosincrasia del lugar; los actores, no profesionales, recitan frases que evidencian las intenciones de la escena sin dejar casi lugar al subtexto; la contraposición de culturas se hace demasiado patente en algunas escenas. No hay nada burdo, se busca la sencillez, pero el espectador encuentra didactismo bienintencionado.

Quizá Wilaya también está entre dos aguas. Quiere sonar real con materia de ficción. Por eso, seguramente, con un documental que jugueteara con la ficción el relato habría chirriado menos.

Firma: Lourdes Domingo