NCIS: Nueva Orleans

Segunda franquicia de la original NCIS (conocida en España como Navy: Investigación Criminal), NCIS: Nueva Orleans llega cinco años después de su primera secuela ambientada en Los Ángeles. Este estreno supone una apertura de Paramount Channel hacia nuevos géneros en prime time. La cadena, cuya seña de identidad es la emisión casi continuada de películas, inaugura una nueva etapa con esta ficción televisiva americana.

El espectador que ya conozca las propuestas precursoras de esta serie sabrá perfectamente lo que puede encontrar en ella. No obstante, a este título –en el que, a diferencia de los anteriores, no participa Donald P. Bellisario con su productora– le falta identidad y le sobra acartonamiento. Los personajes no fluyen con naturalidad y las historias, aunque bien montadas, no aportan nada nuevo más que el escenario en el que se desarrollan.

Quizá sea por miedo al cambio, ya que Navy: Investigación Criminal ha sido líder de audiencia durante muchas temporadas en Estados Unidos, y se busque el mismo éxito o, quizá, porque no han sabido cómo diferenciarse. Lo cierto es que esta nueva versión carece de aquello que ha hecho que NCIS lleve en antena desde 2003 hasta la fecha sin interrupción.

En NCIS: Nueva Orleans, el argumento ya lo hemos visto, los casos ya los hemos vivido, las frases ya las hemos oído y los personajes parecen una pálida versión de los que ya hemos conocido. Aunque, si somos capaces de salvar todo el historial sobre NCIS que tengamos en nuestra memoria, estamos ante una serie tolerable e, incluso, entretenida.

Firma: Mar Pons