Lo que podría haber sido una película con sentido del humor, sencilla y previsible con aire de nostalgia pero eficaz, se ha quedado en un tumulto de simplicidades y en un gran desperdicio de recursos.
Lo que podría haber sido una película con sentido del humor, sencilla y previsible con aire de nostalgia pero eficaz, se ha quedado en un tumulto de simplicidades y en un gran desperdicio de recursos.
Adam Robitel dirige una secuela llena de acción que llega a grandes extremos, aunque poco original. Con un planteamiento interesante y una magnífica ambientación, consigue despistar y jugar con la mente del público.
La esperada secuela de los personajes de Beatrix Potter mantiene un impecable nivel ténico y visual, además de algún pasaje brillante. Pero se acomoda en una narración demasiado poblada y algo descuidada.
Un nuevo producto que viene de la mano de Paul W.S. Anderson y de los videojuegos. Con las dosis de acción, efectos especiales, humor y algún valor, el film sabe qué se propone y dónde quiere llegar.
Rose Glass debuta con una trama de terror donde mezcla referencias religiosas e inhibiciones varias. Morfydd Clark ajusta muy bien su variada interpretación a los cambios que le pide el guion.
El terror brilla por su ausencia en esta secuela de la película homónima de los 90. La coherencia de la trama, también, pero suplen unas actuaciones creíbles.
La segunda parte de la comedia que más triunfó el verano pasado aterriza con todos los elementos para cautivar. Santiago Segura aúna humor, buen ritmo y el contexto de comedia familiar como rasgos de eficacia.
Basada en la amistad real entre un mítico presentador de televisión norteamericano y un escéptico periodista, esta película cuenta de forma original una historia que traspasa la pantalla para no dejar indiferente al espectador.
Vin Diesel protagoniza esta adaptación del cómic The Valiant de Jeff Wadlow, en el que una gran corporación devuelve la vida a un soldado caído en combate. En la línea del cine de acción, la película destaca por su espectacular apartado visual.
Los directores Adil El Arbi y Bilall Fallah resucitan la saga de Dos policías rebeldes con toda su acción, sus cámaras lentas y su fascinación por las armas, así como por los coches y las mujeres. Mientras su química y su heroísmo se mantienen, esta vez, los “bad boys” son más humanos.