Si hablamos de «nomofobia» nos referimos a la ansiedad o miedo irracional a quedarse sin acceso al teléfono (el término proviene del anglicismo «no mobile phone phobia»), es decir, a la adicción al móvil.
Si sales de casa siempre con el cargador del móvil por miedo a quedarte sin batería, paras cualquier actividad cuando te suena un aviso de notificación o te vibra el teléfono para consultarlo rápidamente, sientes la necesidad de publicar o compartirlo todo y estás más pendiente de hacer la foto del momento que de disfrutar de él, dejas el móvil sistemáticamente a tu lado y te levantas en medio de la noche si te entra un WhatsApp, notificaciones de redes sociales … Podríamos decir que ya estamos sufriendo algunos síntomas de ciberadicción al móvil.
En cierto modo, esta dependencia la podemos medir y las vacaciones son el momento perfecto para evaluarla, dado que las vacaciones son para desconectar (de todo) y si no somos capaces de hacerlo, quizá haya que tomar medidas más drásticas. Aunque pueda parecer un contrasentido, existen aplicaciones que nos pueden ayudar a tomar conciencia del problema, como Moment (iOS) o Checky (iOS y Android), para contar el número de veces que consultamos el móvil. De hecho, podemos incluir también los teléfonos de nuestros familiares o hacerle llegar la «indirecta» a alguien que se pase el día pegado al móvil.
Otra app más completa (a la que dedicaremos un bloque específico próximamente), en este caso, española es FaceUp (iOS y Android), con la que obtenemos gráficos sobre el uso que hacemos del móvil, mediciones de nuestro nivel de adicción y consejos para tener un consumo más saludable, un «estilo de vida digital equilibrado y sostenible», bajo el lema: “La vida es lo que pasas mientras miras la pantalla del smartphone”.
Aunque en este sketch de «El club de la comedia» se lo tomen en clave de humor, estas situaciones cada vez más forman parte de nuestra realidad: