Siendo una mejora, mínima de su predecesora, Detective Knight: redención es una película de acción simple pero entretenida. El antagonista de esta entrega aporta ese carisma que le falta hasta al propio Bruce Willis.
Siendo una mejora, mínima de su predecesora, Detective Knight: redención es una película de acción simple pero entretenida. El antagonista de esta entrega aporta ese carisma que le falta hasta al propio Bruce Willis.
Si Poker face se hubiera promocionado de otra manera, seguramente hubiera sido menos decepcionante para el público. Aunque Rusell Crowe es mejor actor que director, se puede disfrutar de su film de amigos jugadores de poker.
Un festival de tripas y violencia sin fin es el protagonista de este metraje. Es una obra de serie B que emula a los clásicos ya existentes y que no difiere mucho de las interminables batallas entre alienígenas y marines.
Otro film de venganza con mucha violencia y ninguna innovación. Contiene toda esa atmósfera que rodea a las películas destinadas a ser de sobremesa, pero incluye actuaciones de alto nivel.
El debut de Lee Jung-jae en la dirección es un largometraje con espectaculares secuencias de acción pero una narrativa un poco difusa. El conjunto es un film demasiado intenso pero grato para los amantes del género.
Loca, fastuosa, divertida y perfecta para desconectar. Una demostración de ese cine americano que tantas alegrías da a sus fans y que hace a la industria de Hollywood merecedora de su fama.
James Cameron vuelve a sorprendernos con la segunda entrega de esta ambiciosa saga con un mundo marino espectacular. La trama larga e intensa está llena de mensajes tan bien implementados como ejecutados.
Acción y violencia por doquier para tapar una trama previsible y simple. Es una historia de redención que se ciñe a los estándares del género donde la actuación de Banderas tiene un gran peso para hacer la película interesante.
Un grupo de mercenarios secuestra por sorpresa una familia adinerada en Nochebuena. Santa, que se sale del cliché, aparece para ayudarles. El film regala mucha violencia cómica en una noche poco santa.
Si se pasa por alto la tediosa afición a izar la bandera LGTB+ en todos los relatos de Disney, Mundo extraño ofrece una tierna historia de aventuras familiares culminada por una animación de ensueño.