Aunque el largometraje de Javier Veiga pretende ser una oda a la vida y a la amistad, resulta en una cinta ligera con personajes egoístas y una historia incoherente que no deja buen sabor de boca.
Aunque el largometraje de Javier Veiga pretende ser una oda a la vida y a la amistad, resulta en una cinta ligera con personajes egoístas y una historia incoherente que no deja buen sabor de boca.
Aunque cuenta con unos actores protagonistas solventes, Notas sobre un verano se queda en un drama ligero cuyo retrato de los jóvenes en la actualidad es probablemente bastante acertado.
Una propuesta estival cuya extrema corrección y sus puntuales desaciertos son encauzados por la construcción minuciosa de los dos protagonistas, interpretados respetuosamente por Céleste Brunnquell y Quentin Dolmaire.
Sea por el destino o el azar, Julia vive todas las posibles derivaciones de su existencia a partir de pequeñas casualidades y encuentros, en este potente melodrama francés, tan intenso como la vida.
Una adaptación literaria vacía, llena de protagonistas planos y una realización que contempla desde la despersonalización. Acentúa toda una serie de tratamientos temáticos de una frívola superficialidad.
Cata de vinos es una película sencilla, pausada y con buenos protagonistas. Con delicados toques de humor, busca retratar el inicio de una relación romántica y las dificultades para aceptar las diferencias.
Una singular propuesta cuyas faltas de ritmo y lugares comunes son equilibrados con ideas valientes y sinceras. Un canto a la ilusión, a luchar por ella y a la necesidad de no perderla pese a las dificultades.
Comedia romántica bastante soporífera que, ha pesar de tener un elenco de estrellas, no hace gracia. Sus chascarrillos anticuados, sus clichés y sus estereotipos la convierten en una película de sobremesa.
Una historia de autodestrucción con base histórica, protagonizada por la esposa de Tchaikovsky. Su decadencia moral se manifiesta también en el plano físico, y el filme va oscureciéndose a medida que ella se degrada.
Pietro Marcello vuelve a una adaptación literaria en su nueva poética y bucólica obra. Narra una historia de amor con una hermosa fotografía que resalta la esperanza como uno de los pilares de la vida.