Un film con buen ritmo, una realización conseguida y algunas escenas que conseguirán que miremos dos veces el armario antes de dormir. Pese a ello, falta algo de profundidad en la historia.
Un film con buen ritmo, una realización conseguida y algunas escenas que conseguirán que miremos dos veces el armario antes de dormir. Pese a ello, falta algo de profundidad en la historia.
El largometraje es un desastre de dimensiones catastróficas donde los numerosos conflictos iniciales ya señalaban el resultado final. Esta película de terror no alcanza siquiera a ser un producto de serie B.
La cinta cuenta con una buena premisa y algunos momentos de tensión. No obstante, tiende a lo absurdo, con un humor vasto y una fotografía espantosa. Este cuento de terror no logra desarrollarse con eficacia.
Joaquin Phoenix protagoniza una surrealista película entre la comedia y el terror, con tantos excesos que resulta agotadora. La miseria y la falta de lógica provocan una experiencia incómoda y desagradable.
Su guion resulta ineficaz y simplista. La trama no se sostiene en comparación a sus predecesoras. Y a pesar de los buenos efectos especiales, no logra alcanzar una sensación de escalofrío en el espectador.
Originalmente ejecutada y sangrienta. Llena de terror gore y humor, distribuidos en su justa medida para cada escena. Hoult y Cage están en su salsa y son, a pesar de su aspecto mortecino, un dúo enérgico y vivaz.
Este excéntrico film está basado en dos libros del Padre Amorth, el exorcista del Vaticano, que quiere afirmar la existencia real del demonio y sus tramas a lo largo de la historia. Es digno de cine fórum.
Surrealista y salvaje, consigue sacarnos alguna que otra carcajada. Puro entretenimiento sin pretender ser algo más que una comedia con toques de terror absurdos. Lo irrisorio de la historia es que está basada en hechos reales.
Tin y Tina mantiene una estética cautivadora de los años 80 y las interpretaciones van in crescendo durante la cinta. Carece de agilidad y recuerda a otras producciones pese a su inocente humor y su original puesta en escena.
A pesar de alguna buena actuación, la película se va deshinchando a cada segundo. Con un montaje y banda sonora en muchas ocasiones molestos, el avance de su trama resulta ridículo y no se sostiene.