La secuela que dirige Rodo Sayagues es menos efectiva que la original debido a una falta de trabajo en el guion. Cuenta con diálogos postizos, escenas inverosímiles (forzadas para ser convenientes) y una cantidad exagerada de sangre.
La secuela que dirige Rodo Sayagues es menos efectiva que la original debido a una falta de trabajo en el guion. Cuenta con diálogos postizos, escenas inverosímiles (forzadas para ser convenientes) y una cantidad exagerada de sangre.
El segundo trabajo de Claudia Pinto trata, con poco éxito, un asunto delicado. Aunque las actuaciones y la fotografía son correctas, los silencios, la excesiva tranquilidad y los giros argumentales componen un resultado irregular.
Navot Papushado hila una serie de clips violentos con mucha acción, neones y unas actrices que han disfrutado con el proyecto. Pero fuera del magistral contenido visual, el film carece de argumento lógico y personajes definidos.
Lo que le falta de lógica y fuerza narrativa al guion, lo contrarresta el clima de suspense y angustia que se consigue mantener durante todo el film, que cumple con las expectativas de quienes busquen un rato de tensión.
La historia de Amanda Knox en forma de ficción llega a la gran pantalla. Bien escrita, dirigida e interpretada, te pone frente al bien y el mal y te compromete al hacerte pensar que “quizá tú también lo harías”.
M. Night Shyamalan dirige un nuevo thriller que nos traslada a un lugar paradisíaco. Sin ser excesivamente terroríficos, tanto guion como fotografía consiguen embaucar al espectador.
Jensen firma un thriller con humor negro que engancha hasta el final y que es más profundo de lo que parece. Además, permite reflexionar sobre cómo nos afecta el sufrimiento y cómo reaccionamos ante las cosas que nos duelen.
Rozando el mediometraje, el film de Mar Tarragona apuesta por una situación radical en su planteamiento, que deriva en situaciones estrambóticas y complicadas para el guion y los actores.
La apacible vida de Eve y Henri se ve truncada y el drama familiar se transforma en un thriller protagonizado por un gran elenco. Una cuidada ambientación es la guinda de esta trama que intenta, ante todo, mantener las apariencias.
Los horrores de la guerra en Japón se exponen mediante un thriller de espionaje elegante y comedido. El juego de engaños proporciona sorpresas gratas y la interpretación de los protagonistas deja una sensación agradable.