Esta segunda entrega completa la adaptación del libro de Stephen King. Sin embargo, resulta una película escasa de recursos narrativos interesantes y recae en el ruido y el asco para generar sorpresa.
La muñeca Annabelle regresa para hacer las delicias del público fiel. Dauberman se pone, esta vez, también detrás de la cámara para recrear lo de siempre con cierta elegancia.
Terror previsible pero amado por ese espectador que disfruta con un festival de apariciones súbitas del malvado asesino de turno.
Alejada de propuestas hermanas pero con mucho más contenido y guion, La monja pasea hábito pero no hace al monje.
La muñeca diabólica Annabelle consigue una especie de secuela en la que domina el efectismo y se ausentan una trama y unos personajes bien construidos. Para buscadores de sustos.
En el siniestro pueblo de Derry desaparecen niños cada 27 años. El club de los perdedores, formado por siete adolescentes marginados y blanco de la […]
Las vidas de John y Mia, un matrimonio ideal que espera a su primera hija, cambian cuando él le regala a ella una estrambótica muñeca […]