La obra de Jorge Dorado intenta elaborar un retrato del tráfico de humanos en una película con un guion plano y sin un gran desarrollo de personajes, pero que gana mucho gracias a las escenas de acción.
La obra de Jorge Dorado intenta elaborar un retrato del tráfico de humanos en una película con un guion plano y sin un gran desarrollo de personajes, pero que gana mucho gracias a las escenas de acción.
Cuarta entrega, más psicológica que de acción, recurre al desconcierto y la las resoluciones inesperadas.
La primera parte resultó poco convincente pero la segunda lo empeora.
Ni un viaje emocional emocionante, ni un thriller con suspense, ni la investigación de una muerte sospechosa, ni nada sorprendente que no sepamos.
Solvente, imaginativa y bien atada ficción que no se libra de algunos «defectillos»
Un nuevo thriller con toques fantásticos del director de Contratiempo, que abunda en el suspense y el drama y en un elenco sólido de intérpretes.