Adam Robitel dirige una secuela llena de acción que llega a grandes extremos, aunque poco original. Con un planteamiento interesante y una magnífica ambientación, consigue despistar y jugar con la mente del público.
Adam Robitel dirige una secuela llena de acción que llega a grandes extremos, aunque poco original. Con un planteamiento interesante y una magnífica ambientación, consigue despistar y jugar con la mente del público.
Matt Murdock tenía nueve años cuando se quedó ciego. Por salvar la vida de un hombre en un accidente de coche, Matt sufre las consecuencias […]
Un guión poco original para los amantes del terror, donde destacan la ambientación y los efectos especiales por encima de los personajes o sucesos.