Una película donde la sugerente voluntad por reinterpretar que se plantea al inicio cae en una desatinada y apática ejecución. Una mirada moderna, a la par que fría, plana y sin sustancia, del conocido arquetipo del Don Juan.
Virgine Efira encarna fantásticamente el papel de una mujer deseosa de ser madre. Aunque el film propone una situación poco probable con dificultades concretas, la maternidad se muestra de un modo frívolo y egoísta.
Memorias de París es una historia de superación de una superviviente del atentado de 2015. Virginie Effira hace un gran trabajo interpretando a una víctima que ha borrado sus recuerdos y trata de reconstruir los hechos.
Esta coproducción aborda la doble vida de una mujer con el objetivo de suscitar intriga en la trama y fascinación por el personaje. Sin embargo, resulta confusa y algo desalentadora para el espectador.
La historia de Benedetta se narra sin coherencia alguna, con una gran cantidad de imágenes eróticas y violentas. Es una propuesta irreverente y, aunque cuenta con buenas actrices, el resultado es grotesco, tedioso y ofensivo.
La adaptación de la novela homónima de Hugo Boris a la gran pantalla cae estrepitosamente en una narrativa inverosímil. Un reparto excepcional no es suficiente para una película que no logra lo que pretende.
Justine Triet escribe y dirige un largometraje que pretende ser un drama psicológico, pero que suspende en varios frentes y refleja una gran tintura de banalidad.
Virginie Efira está brillante como protagonista de una trama repleta de complejas relaciones, en la que la directora maneja admirablemente una gran cantidad de detalles. Una emocionante historia de finales de los 50.
Una de esas películas que de mirada positiva, tono amable y apertura a nuevos escenarios cuando la vida parece que no los va a dar. Y, además, con un buen elenco actoral.
Victoria, abogada penalista y divorciada en pleno vacío sentimental, acude a una boda donde se encuentra con Vincent, un viejo amigo, y Sam, un antiguo […]