Segunda parte de la superproducción francesa a la altura del clásico de Dumas. Cine de aventuras con escenas de acción a ritmo vertiginoso y personajes carismáticos. El entretenimiento perfecto para una audiencia variada.
Segunda parte de la superproducción francesa a la altura del clásico de Dumas. Cine de aventuras con escenas de acción a ritmo vertiginoso y personajes carismáticos. El entretenimiento perfecto para una audiencia variada.
Una batalla contra ancestrales demonios se transforma en un terrorífico viaje de autodescubrimiento y aceptación cultural. Aunque busque ser algo fuera de lo común, sus intenciones no terminan de cuajar.
La yuxtaposición inconsistente de elementos, géneros y tramas hacen que, pese al cuidado aspecto de la obra de Ángeles Hernández, el resultado sea irregular, desconcertante y no acabe llegando a buen puerto.
En “La zona de interés”, Jonathan Glazer desvela una desconcertante normalidad en la sombra del Holocausto. La película entrelaza la cotidianidad con el horror acontecido durante el nazismo.
Después de ‘Barbacoa de amigos’, Eric Lavaine nos presenta la secuela ‘¡Felices 50!’. La película recupera al mismo reparto y sigue la misma línea convencional que la anterior, sin nada sorprendente que ofrecer.
Esta precuela que se empieza a ver por su protagonista, se acaba viendo por el resto del elenco que participa. Ágil, entretenida y con algo de trasfondo.
Comedia animada con números musicales que lleva a la gran pantalla una vez más la historia de Noé y su arca. Entretenida propuesta infantil, aunque la calidad técnica y la consistencia del argumento dejan un poco que desear.
Terror en su estado más puro y básico. No vale la pena adentrarse en el guion ni en la historia de sus personajes, sino tan solo asistir a una masacre si somos fans del género.
Una comedia romántica que busca darle una vuelta de tuerca al género y un divertido a las citas y el amor. Una historia donde se finge por conveniencia y que pese a la previsibilidad, quizás interese a cierto público.
La película dirigida por Ofir Raul Graizer resulta desastrosa en su composición, ya que ninguno de sus elementos logra destacar ni contribuir de manera positiva al proyecto en su conjunto.